viernes, 19 de febrero de 2016

¿Y el glamour?

A los 41 dias de haber nacido mi bebé planeaba reencontrarme con el glamour y con la decencia de arreglarme todos los días pero de pronto me he encontrado con que la lactancia materna exclusiva además de ser todo un arte también es una tarea constante y consumidora.

En mi caso mi bebé no toma siestas si yo no estoy haciéndola junto a él o si no está en brazos y el pecho no lo suelta casi por nada, así que volver al trabajo ha sido complicado. Hasta ahora he trabajado desde casa pero no podrá seguir siendo así por mucho tiempo. El tener un negocio propio tiene sus ventajas y desventajas, si decides tu propio horario y aveces tienes quién te ayude y haga cosas por ti; pero hay cosas que no puedes delegar porque te tocan solo a ti, sin tu trabajo o tu parte del trabajo las cosas ya no caminan como deben, así que toca...

Por ahora seguiré comprometida con la hermosa labor de darle de mamar a mi bebé y estaré contándoles cómo me va en mi primer día de regreso al trabajo ya como toda una mamá, por el momento depende de cuando mi medio de transporte salga del taller... a esperar...









miércoles, 10 de febrero de 2016

40 días


Cuarenta días que he vivido intensamente, curtida en una mezcla de emociones, mayormente de alegría, regocijo y agradecimiento por tener a mi bebé. Sin embargo, como en todo, también han habido miedos, dudas, cansancio y aveces un poco de desesperación mezclada con frustración y dolor. Dolor físico, la cesárea, los pezones inexpertos, las obstrucciones y con los días el trasero... de tanto estar sentada.

Gracias a Dios he tenido la perseverancia de darle de mamar a mi bebé, pues aunque es una labor de amor bella es un tanto complicada. Es cierto cuando te dicen que no volverás a dormir como antes, de hecho la vida ya no se vive igual.  Ahora en la cama somos tres y sin duda a donde vayamos irá él.

Conforme han pasado los días he logrado recuperarme física y emocionalmente, no me imaginaba que sería una experiencia así de intensa. No sabía cuánto iba a desear bañarme y más aún cuánto iba a disfrutar de un simple baño, es el único momento en que vuelvo a sentirme YO y lo disfruto no porque no me guste mi nueva YO MAMÁ, sino porque junto al agua dejo caer el cansancio, las dudas, los miedos; además de esa YO fue la que fui por 30 años. Sólo el tiempo me irá fusionando cada vez más con la que fui y con la que me he convertido ahora. Esto se resume muy bien en esta frase:
 "En el momento en que un niño nace, la madre también nace. Ella  nunca antes había existido. La mujer existía, pero la madre, nunca. Una madre es algo absolutamente nuevo." Rajneesh