A los 41 dias de haber nacido mi bebé planeaba reencontrarme con el glamour y con la decencia de arreglarme todos los días pero de pronto me he encontrado con que la lactancia materna exclusiva además de ser todo un arte también es una tarea constante y consumidora.
En mi caso mi bebé no toma siestas si yo no estoy haciéndola junto a él o si no está en brazos y el pecho no lo suelta casi por nada, así que volver al trabajo ha sido complicado. Hasta ahora he trabajado desde casa pero no podrá seguir siendo así por mucho tiempo. El tener un negocio propio tiene sus ventajas y desventajas, si decides tu propio horario y aveces tienes quién te ayude y haga cosas por ti; pero hay cosas que no puedes delegar porque te tocan solo a ti, sin tu trabajo o tu parte del trabajo las cosas ya no caminan como deben, así que toca...
Por ahora seguiré comprometida con la hermosa labor de darle de mamar a mi bebé y estaré contándoles cómo me va en mi primer día de regreso al trabajo ya como toda una mamá, por el momento depende de cuando mi medio de transporte salga del taller... a esperar...
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